En la última década del siglo XIX, el sistema de la Restauración había mostrado signos de debilidad, agravados por las derrotas coloniales de 1898. La crisis generada, debido al fracaso de las propuestas regeneracionistas, evidenció la necesidad que tenía el sistema de reformarse.
El reformismo dinástico
Después de 1898, el Gobierno llevó a cabo algunas reformas para intentar regenerar el sistema.Los partidos del turno dinástico pretendían aplicar un revisionismo, consistente en modernizar España sin alterar las bases fundamentales del sistema de la Restauración.
La inestabilidad de los partidos dinásticos del momento se vio intensificada tras la entronización de Alfonso XIII, debido a la aplicación del mismo en la toma de decisiones políticas.
Durante el periodo los gobiernos conservadores tuvieron grandes iniciativas reformistas, realizando proyectos para la descentralización del Estado, por su parte los gobiernos liberales también promovieron políticas reformistas, aunque la mayoría estaban limitadas al ámbito religioso, para limitar el papel de la Iglesia en la sociedad, y tuvieron que lidiar con el descontento presente dentro de las filas del ejercito.
La mayor parte de las reformas se dieron durante el gobierno de Antonio Maura que ejecutó el proyecto de reforma más importante de los conservadores, bajo el lema de <<La revolución desde arriba>>, este pasaba por reformar el sistema para poderlo mantener, mediante la regeneración de las instituciones y la incorporación de las clases medias a la política, a pesar de estos cambios los liberales recobraron el poder en 1910, a través de una serie de protestas, entre las que se encontró la semana trágica, que acabaron con el gobierno de Maura.
La semana trágica. Barcelona (1909)
El fortalecimiento de la oposición
Las propuestas de renovación desde fuera del sistema provinieron de los regionalistas, los republicanos y el movimiento obrero.Los regionalismos
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Imagen de Sabino Arana |
Se constituyó una gran coalición, Solidaritat Catalana, que agrupó todas las tendencias del catalanismo y consiguió un gran triunfo electoral en 1907. Sin embargo, el mayor éxito del catalanismo, fue la creación de la Mancomunitat de Catalunya.
Otro movimiento regionalista, que alcanzó el éxito electoral, fue el vasquismo, representado por el Partido Nacionalista Vasco (PNV) de Sabino Arana, tras la muerte del mismo, el partido incorporó a su ideología un liberalismo conservador, autonomista y antiseparatista.
El republicanismo
El movimiento republicano constituyó la oposición parlamentaria antimonárquica más importante. Proponía un reformismo político y social que contemplara la secularización, la ampliación de las bases sociales del régimen. Tenía su base social en las capas medias urbanas.
El republicanismo histórico liderado por Nicolás Salmerón, que integró diversas corrientes en la Unión Republicana. El republicanismo de nuevo cuño estuvo dividido entre el reformismo y el radicalismo, que tuvo como máximos exponentes a Alejandro Lerroux y su Partido Republicano Radical, el cual, durante algún tiempo, logró concentrar el voto republicano descontento con el régimen.
El movimiento obrero

El socialismo, dio vida al PSOE como partido de masas. Sin embargo, el PSOE apenas tuvo representación parlamentaria. Pablo Iglesias, el primer diputado de la historia del PSOE, fue también el único representante socialista en las cortes entre 1910 y 1920.
Desde su posición lucho para conseguir reformas sociolaborales y rechazó la vía insurrecional. Su rama sindical, la Unión General de Trajabadores (UGT), tuvo una gran implantación e influencia entre las masas trabajadoras, sobretodo en Asturias, Madrid, y el País Vasco.
El anarquismo fue estrechando sus lazos con el sindicalismo la creación del gran sindicato anarquista: la Confederación Nacional del Trabajo (CNT).
La CNT perseguía la transformación revolucionaria de la sociedad y protagonizó la mayor conflictividad del período, pues impulsó numerosas huelgas en defensa de las mejoras salariales y la reducción de la jornada laboral. Su mayor arraigo se produjo en Andalucía, Cataluña y Valencia.